Para disminuir la probabilidad de accidentes y promover el cumplimiento del Código Nacional de Tránsito, te traemos las 5 reglas de oro que todo conductor debe cumplir para salvaguardar su vida, la de sus acompañantes y la de otros actores en la vía:
Antes de iniciar, queremos invitarte a que realices esta lectura bajo una mirada autocrítica, identificando, objetivamente, si en algún momento has incumplido alguna de estas reglas, ya sea por omisión o distracción. Esto no solo te permitirá reconocer tus fallas, también evitará futuros escenarios catastróficos:
Pasarse un semáforo en rojo o ignorar un pare puede ser mortal en cualquier momento del año. Así que, si de ser un buen conductor se trata, la primera regla es, por supuesto, respetar los semáforos y las señales de tránsito en su totalidad, por muy tedioso que, en ocasiones, te parezca.
PARE, NO PASE, CEDA EL PASO, DOBLE VÍA, PROHIBIDO GIRAR y SIGA DE FRENTE, son algunos ejemplos de las señales de tránsito que salvan vidas y evitan accidentes.
¿Sabías que estacionar en vías arterias aumenta la probabilidad de accidentes laterales y traseros? Esto sucede porque, cuando alguien estaciona en vías arterias, impide la fluidez normal del tráfico, ocasionando a su vez que las calles se congestionan y que otros conductores comiencen a cambiar de un carril a otro.
No eches en saco roto el uso de los glorietas u ovalos, pues están diseñados para hacer más seguros los cruces vehiculares.
Aquí también es importante utilizar las luces direccionales cada vez que sea necesario, ya que son una señal preventiva muy importante para que los conductores que van detrás de tu vehículo puedan reaccionar a tiempo cuando realices una maniobra.
El exceso de velocidad al conducir constituye una de las principales causas de los accidentes de tránsito, ya que limitan la capacidad de reacción y de dominio del conductor ante cualquier situación de riesgo. Por tanto, respetar los límites de velocidad impuestos por las autoridades, tanto en las vías urbanas, como en carretera, es primordial para proteger la vida de todos los agentes de la vía.
No podemos finalizar este listado sin mencionar una regla de oro esencial para una buena conducción: bríndale periódicamente un mantenimiento preventivo y correctivo a tu vehículo. Esto, sin duda, te permitirá mitigar algunos accidentes de tránsito que pueden derivarse de fallas mecánicas del auto: averías en los neumáticos, en el motor, en los frenos, en la dirección, en el sistema eléctrico, etc.