La pandemia de la COVID-19 obligó al sector logístico en el Perú a impulsar nuevas herramientas para que las empresas sigan operando a pesar de los impactos fuertes de la ansiedad en el entorno y una escasez de recursos para poder subsistir. Con las primeras medidas tomadas se tuvo que cambiar los hábitos y, por ende, las costumbres y rutinas. Sin embargo, ante la incertidumbre, el mencionado sector se ha visto muy influenciado por la “Transformación Digital”. Este nuevo éxito está permitiendo reformular toda una serie de procesos y actividades.
La pandemia fue un “booster” para el crecimiento del sector logístico, sobre todo en la primera parte de la misma, donde las empresas se vieron impulsadas por la presión a trabajar en diversos proyectos para mejorar sus distintos procesos, como: sincronización de sistemas, manejo y visualización de stocks en línea, trazabilidad y seguimiento de pedidos, integración con proveedores y sellers, ruteo de pedidos, nuevas modalidades de entrega, mejora de redes de distribución, modelos para planear y controlar los stocks a lo largo de la cadena, simuladores para manejo de diversos escenarios, entre otros.
A nivel latino americano, el Perú se encuentra a media tabla, algo por encima del promedio con 2.78 puntos (de un total de 5), comparado contra un 4.19 de Alemania (1 en el mundo) y 3.28 de Chile, el primer lugar en la región. Esto indica que existe aún mucho por hacer, a fin de ganar competitividad en este aspecto. En tal sentido, se puede indicar que Perú se encuentra en octavo lugar en el ranking Latam, según el índice LPI (logistic performance Indicator) del Banco Mundial.
Teniendo en cuenta que Perú se encuentra en el octavo lugar y sólo algunas centésimas por encima del promedio de Latam, el especialista considera que para estar dentro del ranking de los 10 primeros en liderar el sector se debe mejorar en los siguientes puntos:
Para el 2022, las empresas que han podido sobrevivir han aprendido mucho. El mercado conoció lo que es la velocidad y la efectividad en las entregas. Esto va a significar grandes retos para las cadenas logísticas que cada vez son más competitivas y que en esa lucha por ofrecer más y diversos servicios dentro de una impecable experiencia para los clientes, éstos van a ser los grandes beneficiados teniendo detrás una logística que va a luchar por reinventar procesos, buscar automatizaciones y alcanzar eficiencias en el día a día. En ese sentido, las empresas logísticas y sus profesionales tendrán un rol protagónico nuevamente.