La Libertad se consolida como la tercera región agroexportadora del Perú, superando los US$ 1.150 millones anuales, gracias a los envíos de paltas, arándanos, espárragos.
El destrabe del proyecto de irrigación Chavimochic III catapultaría a la región Norte como “potencia de la agroexportación peruana”, principalmente por una mayor producción de arándanos; sin embargo, agroindustrias y productores deben apostar por una agricultura sostenible y saludable.
Las agroexportaciones desde la Libertad pasaron de US$ 58 millones en el año 2000 a más US$ 1.150 millones en 2018. Es decir, un incremento sostenido de 20% anual, llegando a más de 45 destinos diferentes entre los que destacan Estados Unidos, Países Bajos, España y el Reino Unido.
El norte del Perú - La Libertad, Lambayeque y Piura- es un territorio óptimo para producir diversos cultivos durante todo el año debido a la diversidad de microclimas. La región tiene potencial para maximizar la producción de arándanos, mangos, mandarinas, etc., y promover nuevos cultivos rentables como el cerezo y las frambuesas cuya demanda en el mercado internacional está insatisfecha.
La rentabilidad económica, el respeto por el medio ambiente y la seguridad de agricultores y consumidores son los pilares sobre los que descansa la sostenibilidad de la agricultura. Se trata de maximizar la eficiencia productiva, minimizando los recursos utilizados por unidad de alimento producido y el impacto ambiental.
La Unión Europea ya puso en marcha una serie de políticas ambientales con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que genera la agricultura. El año pasado recomendó a los agricultores sustituir la urea por fertilizantes basados en nitratos. Esta medida reduciría hasta en un 60% las emisiones de GEI por unidad de nitrógeno.
Por otro lado, cada vez son más los mercados que imponen restricciones a la importación de cultivos por medidas sanitarias.